jueves, 26 de julio de 2012

No me vengas con historias

Es verdad, no pensé en ti cuando besaba otros labios mientras los tuyos me esperaban durmiendo. Ni mi piel recordaba la tuya cuando dormía en otros brazos. Tenía suficiente con saber que si quería volver podía; y ni siquiera eso, me daba igual que me dijeras que no porqué tenía el cuerpo lleno de manos como las tuyas. Por eso siempre llegué tarde, por eso preferí seguir durmiendo a escuchar tu voz. Por eso tampoco entendí tus palabras, que nunca me reprocharon nada, cuando intentabas explicarme que tal vez, tu sentías algo que creías que yo era incapaz de compartir, y seguro que no te equivocabas. Proyectabas un septiembre dulce en el que yo me aburría antes de llegar. Yo intentaba regalarte una esperanza que no existía pero que llegué a creer que algún día lo haría. En serio. Y ahora sí te vengo con historias, porqué me persigues, eres la antesala a todo lo que veo y me guste o no debo mirar atrás si quiero entender algo de lo que tengo. Porqué quiero que vuelvas a dibujarme sonrisas en las mejillas con tu índice " para que me ría el triple"
Lo siento, sé que es tarde pero tenía que decirte que ahora lo entiendo (casi) todo. 

martes, 24 de julio de 2012

Cuando elegir no es la mejor opción

Vuelves, otra vez. No entiendo para que, sólo agradezco no tenerte delante. No te tengo miedo y sin embargo tendría que evitarte la mirada. Porqué si hacerme daño y mentirme era lo último que querías, empezaste mal. Yo también sé que me hundo en mares calmados; pero lo hago sola, no arrastro a nadie, no dejo a alguien ya hundido dos metros más abajo. Y mira que te lo repetí veces. A poco que me hayas conocido sabrás que no puedes saltar de alegría ni ponerte las manos en la cabeza con una sonrisa gloriosa. Que aunque te haya dicho que si, no cruzarás la puerta. Sólo lo hubieras conseguido si no  hubiera podido permanecer callada tanto tiempo, si te hubiera querido de verdad y hubiera tenido que salir a buscarte yo por preferirte a mi lado aún sabiendo que estoy en un segundo plano. Pero fue fácil; si tienes espacio para más de uno y te dejas recorrer en doble dirección, no esperes encontrarme a la vuelta. Porque ni me molesta que esta vez seas tu la que llega tarde. Y creete, que aunque sólo yo había contado todas tus pestañas cuando otras te miraban, esta vez prefiero no verte, a tener que aguantarte la mirada.

domingo, 22 de julio de 2012

Ahora que es domingo

Que soy más débil de lo que creí. Que vuelvo sin haber ganado nunca una guerra y decaigo en este sofá que te ha visto amanecer más veces que yo. Ahora que me creo más mis mentiras que las tuyas y que ni así consigo sonreír. Que me llevan a cenar en ese garito que prometimos volver la semana siguiente que nunca llegó; con velas que sabes que me ciegan, con magia cuando quiero realidad. Ahora que ya no sé cómo decir que no. Que quiero que me devuelvas mi cama porque aquí, dónde nunca pasa nada no dan las doce sin ti. Ahora que ya podría decirte esto mirándote a los ojos me da por escribir. Que no encuentro la verdad de que siempre sigue ahí y me estallan los lagrimales y sin embargo los cimientos caen por carcajadas. Hoy que son peores los domingos y me duele más mi ausencia que la tuya, ahora ya puedo decir que no te quiero. 

viernes, 20 de julio de 2012

Por el principio

Tendría que haber empezado por aquí. Tendría que haber querido hablar y decirte que la mayoría de los días no mido el 1'75 que todos ven. Que soy tímida hasta le enfermedad aunque las ocho personas que cenamos ayer sólo me tuvieran a mi como punto de conexión y no lo entienda nadie. Que tengo los mismos miedos que todo el mundo más el miedo irracional e incoherente a las alturas. Que a veces volvería para volver hacer lo mismo. Tendría que haberte dicho que siempre que me preguntan algo que no quiero contestar digo que no lo sé. Decirte que odio que me mientan. Que me encanta que me besen la palma de la mano porque así me pueden mirar a los ojos. Que no sé bailar pero me encanta hacerlo. Que cuento los buenos días por las veces que me río y los malos por las veces que quiero llorar y no puedo. Pero empecé por el otro principio, y a mi al final, todo lo que me pesaba en los hombros empezó a dolerme por dentro. 

viernes, 6 de julio de 2012

Perfectamente incompleto

Estas cosas no las contemplan las estadísticas. Se matan hacer números, probabilidades, una entre cuarenta millones, frecuencias, y nadie determina que puede pasar lo más abstracto, que te toque la lotería dos veces, seguidas. Pero a veces pasa, que donde no querías entrar ni buscabas boletos aparece la chica de las gafas amarillas y camiseta rosa, justo ahí detrás de esa columna, entre la barra y mis amigos. Escuché tus palabras de alto voltaje "ahora nos ponen una de Elton John y se quedan conmigo" Y yo, que a veces ni fumo por no tener que pedir fuego te hubiera pedido matrimonio. Pero me hipnotizó tu mirada y no quise hablar para no estropear el momento. Te diste a porciones y me hiciste temblar sin la necesidad de llevar los vaqueros por las rodillas. Con dos miradas cómplices se fugó el miedo y las aceras dejaron de ser precipicios mientras andábamos hasta la puerta tu casa. Y quise entrar pero no pude. No me preguntes porque.

miércoles, 27 de junio de 2012

La vida que ens hem perdut, siemplement no existeix

Me voy despacio, mirando de reojo que queda en el lado de las cosas buenas, intentando actuar cómo la adulta que se supone que soy. Me cuesta andar porque no sé cuando es el momento, quando se supone que debes decir basta; pero me cuesta más cuando pienso que en realidad nunca se llega (del todo) Y así no se puede. Igual me equivoco, porque que no me haya pasado a mi no significa que no suceda pero ya lo sabes, me creo el ombligo del mundo, aunque juegue en mi contra. Te quise, a mi manera te quise. Tanto como para volver siempre que me lo has pedido, tan poco para quedarme. No voy a olvidarte como una mas de la lista, no te lo mereces. Pero si como si esta vez no dolería la ausencia, como si no existiera esa conversación que nunca hemos tenido cara a cara, como si todas las veces que me pediste que no me fuera no hubiera deseado que me lo pidieras. No es que me cueste andar, es que nadie lo hace sin motivos. Es un argumento muy pobre decir que no puedo luchar, pero es el único que tengo y esta vez es hasta verdad. 

domingo, 24 de junio de 2012

Me traiciona el corazón

Todo empezó y acabó en el fuego. Y parece mentira, con el frío que tengo y el calor que hace. Empezó ardiendo con caricias que  me desparasitaron las venas para acabar perdiendo algo más que la cabeza cuando tu la mantuviste erguida; para acabar con las piernas ceñidas a tu recuerdo, con los recuerdos pegados a una camiseta roja. Parece mentira que la distancia entre tus gafas y mi boca se quedara grande cuando intentaba besarte la sien que no llegó a latir al compás de mis muñecas, cuando inventaba un nuevo ángulo para ver lo que escondes cuando te rascas encima de la ceja y me miras desde abajo, como si con ese gesto me estuvieras enseñando el sacrificio que es para ti mirarme a los ojos. Dónde veía grietas que eran demasiado iguales a mi vida, en el fondo tampoco hay mucho; por eso encontré comprensión en ellos. Tu también lo sabías, que en estos hay un mecanismo interior atrofiado con la primera orden del día equivocada todos los días. No me puedes hacer la culpa a mi de todo, aunque de verdad yo tampoco soy capaz de echarte en cara tu errores, si fueron poner un beso dónde cabe un corazón y caricias dónde cabíamos las dos. 

lunes, 18 de junio de 2012

No me rindo

A nosotras ya sólo nos queda lo de tumbarse bajo el sol y esperar que el único calor incapaces de evitar nos funda el hielo que nos recubre y aparezca la piel. Y quizá después de ver como florecen los almendros varias veces volvamos a sentir algo en ella. Ahora lo absurdo es cruzar los dedos esperando que la próxima sea la vencida, o algo parecido. Cuando no somos capaces ni de mostrar un ápice de la humanidad que sentimos el día que con una mirada en el retrovisor nos calibrarnos el pulso y nos hicimos bostezar para que entrara algo de aire en los pulmones. Y  hoy parece que me he vuelto medio humana, con esta camiseta tuya que llegué a odiar porqué te soñé hasta saciedad con ella puesta. A sido como tenerte cerca, creyendo que aparecerías de la nada para reclamarla y te demostraría que sigo dispuesta a escuchar otro cuento de segunda regional y a creermelo sin esfuerzo. A enseñarte hasta que punto me impregné de tu valor para salir del vacío mugriento con una sonrisa y fingir que todo esta igual, que las balas ni me rozaron. A prometer matar monstruos sin saber hacerlo y disimularlo. Porque rendirse y aceptar un mal final, es de valientes, aunque te cuenten lo contrario. Y yo en estos instantes si reboso de algo es de cobardía. Por eso no me rindo, y porque haces que valga la pena correr sin dorsal, sin mapas ni avituallamientos por el medio y que no me sienta estúpida por ello si después de cruzar la meta, mientras a otros le cuelgan una medalla, la que a mi me da un vaso de agua eres tu.

miércoles, 13 de junio de 2012

30 días después

Tampoco hace tanto que te fuiste, un mes no da para quitarme la venda de los ojos y volver a creer en los reyes magos. Da para que me gire a cada paso por si decidiste volver y cogerme de la mano. Para que desde dónde estés me sigas ruborizando si me quitas la camiseta con una mano y siento que todas las miradas que aguanta la luna caen sobre mi y aquí no hay nadie. Es una locura pero si no me revuelco ahora y te hago eterna entre mis dedos, cuando? Recuerdas lo de los planetas que hablamos? pues no miré a Venus cruzar el sol porque me bastaría con soplar las brasas de esas tres palabras "vuelve cuando quieras" y sentiría lo mismo. Salvo que a ti tampoco te esperamos hasta dentro de 75 años y con las mismas condiciones, verte de lejos y no poder pisarte. Ojalá también pudiera saber científicamente que no pararás de orbitar. Porque lo que deseo es que sientas calor en invierno, que dejes de ser sastre de mis sonrisas y que tus escaleras si lleguen.  

viernes, 8 de junio de 2012

Cuando preguntas que piensas y digo nada

Ya no tengo más excusas por las que seguir esperando. Porque mañana nunca me llama, mañana nunca nos cruzamos, mañana nunca le digo algo, mañana nunca me planto a la puerta de su casa... Estoy cometiendo un error por un fin borroso pero contundente. Olvidar durante dos segundos el motivo por el cual estoy aquí. Desandar las huellas de quién consiguió hacer de mis tormentas un cielo azul.  No hace falta borrar su recuerdo, estoy contigo para que ese sentimiento que hace días se independizó de mi y tomó autonomía vuelva a su sitio y obedezca. Quiero que envejezca y se arrugue en lugar de crecer y plantarme cara. Me dejo llevar por una ilusión que se desvanece al abrir los ojos. Un tacto distinto y saber que me estoy equivocando de piel. Besos que sólo consiguen constatar un hecho, que ya no recuerdo los suyos. Creerme que con esto estoy tirando la toalla, me estoy rindiendo o lo estoy intentando, y me doy cuenta de que ni eso si cuando me miras con la misma tristeza que te miro yo me dices: va, no sé que es pero no lo pienses más.

lunes, 4 de junio de 2012

Dos pasos en medio

La parte viva de mi te sigue buscando, como un instinto de supervivencia arrogante que apuesta las alas para salvar una pequeñez que no andará nunca por el derecho.  Hasta que te he visto cruzar la calle. Menos mal que sólo es una porque vuelves hacer ese gesto de acariciarte el pelo y tendría que distorsionar la realidad para no salir corriendo y abrazarte. Igual se trata de eso, de perder el mundo de vista por una camiseta blanca. Ha sido un segundo de vértigo en los tobillos que va a durar una semana. Y después la verdad, cuando veo que no eres tu quien esta metiendo la mano en mi bolsillo para coger unas monedas. Sólo es tu sombra la que sigue pisándome los talones y entiendo que echar leña en la mar se paga caro y quedarme quieta preguntando dónde vas de inútiles. Por eso no dejo de hacerle caso al semáforo en verde porque sé que si paro caigo. Y si no basta con esconderme detrás de la tienda de muebles y saber que te revelas sin mi, te voy a enseñar que nunca me fui tan rápido ni tan lejos. 

jueves, 31 de mayo de 2012

No puedo

Estoy harta de escuchar "torres más altas han caído" y saber que hablan de mi. Cansada de que cada vez que alguien pestañea de más salga perdiendo yo. Estoy triste y temblando desde ayer;  me preguntaron por ti y no supe que decir. Va a caer Mayo y yo detrás de el. Se podría evitar lo segundo con dos palabras que no pronunciarás y a nadie le va a importar que la frase quede más larga.
No te va a llegar el llanto de las noches que intento salvarte planeando una subida de cuerda fija para que no caigas más. Sueño que te convenzo para creer en las estrellas fugaces que nunca nos han concedido ningún deseo; pero esta noche lo hacen y dejas de llorar. Fantaseo que sé cual es el truco de la vida y te lo cuento para que te rías. Que nunca llegas a aprender a que sabe el asfalto. Pero no lo consigo nunca. Ni siquiera en sueños. Juro que quise darte la panacea pero es que no la tengo.


viernes, 25 de mayo de 2012

Por diversión

No soporto tener que inventar más tu voz. Que me estalle el hipotálamo de imaginarte dónde sólo duerme mi móvil. Odio tus mensajes al aire como si yo no existiera y no supiera dónde mirar para leerlos. Que mi memoria a largo plazo se borre cada día y todo quede en que fue ayer.  Me queman las yemas de tanto frío y tu indiferencia me a vuelto dónde no quería regresar. Ese maldito punto de partida, que aunque dicen que es dónde se abren todas las posibilidades a mi sólo se me cierran todas las ganas. No es que me hicieras a pedazos porque aún no he conocido a quien me ponga entre las cuerdas y me haga volver arrodillada; es que me otorgaste algo que siempre fue tuyo y te lo callaste. No me mentiste, jugaste a lo mismo que yo juego siempre (sin avisarme) Seguramente van a creer que lo merezco; pero yo nunca, nunca, embauqué a nadie para ver como se hunde. Tu si.

jueves, 24 de mayo de 2012

Dólar

Como puedo querer a alguien que lleva tatuado el símbolo del dólar? Tantas veces te lo he dicho "que mierdas te pasó ese día por la cabeza" 
No soporto cuando vienes una hora antes que el resto para averiguar que tren debajo de mi piel anda torcido. Cual se ha declarado en huelga indefinida ( de momento, que todo es de momento) y cual se ha vuelto Japonés. Te sientas y te veo venir... no sé si odio más tus preguntas o tus afirmaciones pero eres la única que se atreve a decirme la verdad a los ojos sin achicarse.
Te intento esquivar porque no se hicieron los viernes para la sensatez pero me enganchas dónde sabes que me hundo, dónde querías llegar tu. Conviertes el salón en algo parecido a una guerra de sin motivos pero con montones de ellos hasta resolverme lo que yo no sabia que fuera duda. No es sólo comprensión, es la firmeza, la frivolidad tan sensible, el darle vueltas a todo para ver los prismas, los matices, la candidez, la volatilidad, lo que hay; nunca lo que no existe.  
Hace esto porque cree que me lo debe, porque yo le enseñé a ir en bici sin ruedas. Yo se las quité, le aguanté el sillín corriendo detrás suyo, ahora avanzamos dos metros, ahora cinco, ahora nos flipamos y caemos las dos. Nos levantamos y ni notamos la sangre que chorrea de codos y rodillas porque hemos llegado hasta el árbol, hasta el árbol...Eso si fue llegar lejos. Dice que algo que ya nunca más se desaprende, es digno de ser devuelto, sea de la forma que sea. Y una vez más, tienes razón.

martes, 22 de mayo de 2012

Soñar es gratis (dejar de hacerlo no tanto)

No me llames Noviembre que suena a muy poco. Ni Abril que suena a completo pero fue mentira. No quiero que me acaricies la cintura como si no quisieras romperme porque cuanto más lo intentas menos lo consigues. Y me rompes. Ya no quiero que hagas invisibles mis condicionales ni que me despiertes con un beso en el párpado. No quiero verte volver con el paso caduco y que me pidas que me quede, que te dé otro as en el que puedas sostenerte. Que estemos hablando y me pidas porques, porque los encontraría.
Antes de marcharme quería decirte que sé las caricias que te debo, las que me enseñaron en dos días lo que desaprendí en dos años. Lo siento. No es pedir perdón por lo que nunca creí mal hecho, es disculparme por no haber estado a tu altura, es devolverte la bandera la blanca y las tres notas. Enterrar el hacha que sólo empuñé yo porque fui la única que cumplió las normas; que jugar sin morir o matar, no es jugar. Y nada quedó tan intacto. Me alejo con las manos en los bolsillos, estampando la mirada al suelo, esperando que con los mismos miedos que tiene todo el mundo, tu seas más feliz, simplemente porque te lo mereces.




miércoles, 16 de mayo de 2012

Esfera

Me consumo paladeando el sabor amargo de las cosas que te eché en cara. El degoteo de estupideces sumadas a lo que no te he contado. Me dediqué a los malabarismos de siempre confiada, segura de que si las piezas y las manos eran las mismas nada podía fallar. Tan experta con lo mío que cuando noté que algo no encajaba en lugar de asustarme me reí. Todo a costa de tu paciencia y yo aun seguía creyendo que no pagaría por los besos embusteros que nunca me han costado nada. Y tu feliz, sonriente; como una moneda de cambio impar me regalaste besos, dulzura, miradas tiernas, una paciencia infinita y esa media sonrisa que hablava más que tu. No sólo conseguiste que me quedara a dormir y me volviera daltónica entre tus sábanas para verte a ti con claridad y el resto de noseques difuminados, lograste que quisiera intentarlo sin saber pronunciar de mi boca el verbo querer y esto es más de lo que te pedí. Ahora solo busco un buen motivo por el que no querer regresar y planearte raso. Voy a ser la última en abandonar el patio de butacas, te lo prometo.

domingo, 13 de mayo de 2012

Pasa

Llevo cuatro meses sin abrir los ojos todo lo que me gustaría y sigue sin aparecer. Suerte que me aguantas tu.
No estuve cuando lo necesitabas pero es que yo no estoy nunca. Me paso las noches empapada en vodka para aparecer en cualquier piso del que me voy al instante que me piden que vuelva.
A ratos miras demasiado, te pones enfrente de mi y ni parpadeas no vayas a perderte una fiesta mientras lo haces. Parece que resuelvas logaritmos naturales cuando sabes que en estos casos la variable tiende siempre al infinito y que no hablamos de matemáticas. Pero insistes y ves lo que no hay; como si pudieras intuir algo bueno más allá de mis excesos, de mis límites y encontraras un sentido concreto a todos mis tropiezos.
No nos entendemos porque usas palabras como axioma, euclídeo, andar y paciencia. Pero adoro tu calma, la tranquilidad de que nada malo puede suceder si mientas me acaricias la nuca sé que te estas riendo. La lucha que llevas para conseguir lo que quieres "antes no me rindo yo, tu ya te has podrido dos veces" Y me haces reír para darte la razón.
Gestos que murmuran lo que no sé descifrar porque estudié mal y tarde. Y aún así, sabes que no vas a llegar al verano y lo aceptas porque crees que vale la pena. Tu también crees que valgo la pena. Gracias. Yo lo único creo es que ella no regresa porque lo imposible tarda un poco más.

lunes, 7 de mayo de 2012

Llegar tarde, no a las 4 de la mañana

Eres más lista que yo. A ti no te frenó el orgullo para pedirme que volviera. Yo solo me limité a no poner resistencia. Igual que te dije un no sensato para que no te convirtieras en lo que no deseo que seas nunca para mi; te dije un si honesto porque una vez más creí lo nunca me has dicho.
Recuerdo la fuerza que llegué hacer para que me lo preguntaras otra vez,  por última vez ¿que quieres?  porque si tenia la respuesta.
La tengo desde esa noche que fuimos a tomar un helado. Yo llevaba una camiseta tuya que quería quedarme hasta que me contaste que era un regalo. No me quedo con las cosas de los demás, por miserable que me llames, no lo hago. Y cuando estábamos en ese banquito delante del mar, mientras tu mirabas no sé donde y yo estaba abrazada a ti quise decírtelo; pero mi boca jamás ha ordenado estas palabras y no sé pronunciarlas, ni siquiera sé como suena algo así dicho por mi y tuve miedo de que no me salieran.
Tres cosas: quiero estar contigo, no te quiero compartir y quiero que me digas siempre la verdad. Tres deseos que no supe pedir a tiempo. Me los tuve que tragar porque cuando yo quise decirlo a ti ya te había dejado de importar la pregunta. Eso si fue llegar tarde.

jueves, 3 de mayo de 2012

Atada pero volé

El amor si no es libre sigue siendo amor?
Y por no querer atarme a tus piernas me dejaste tirada tragando salitre en esta jaula sin rejas pero con fachada. Que sabes, me gustaba más la de antes, caía igual pero convencía de lo contrario.
Sigo anclada en el mismo punto, paseándome por esta  herida que esta más viva que yo. En lo inútil de llorarte. Hay lágrimas que no merece nadie. Esas que rebosan todos los límites y aunque parezcan más, son solo dos: la del querer y la del no poder. El resto se van con un poco de agua en la cara y ron en las venas. Lo sabes mejor que yo. Por eso ni te conmovió rozar mi dejadez. No perdías nada intentándolo con ese aire tuyo de que las cosas no van contigo, de que cargas con el mundo y que no te pesa. Pero estas dos no estaban cuando nos miramos diferente, y echaste los papeles al suelo para que no lo tocásemos del todo. Y lo conseguiste. Aunque no te lo creas.

miércoles, 25 de abril de 2012

Lo que no viste

Mi dedo pulsando un ático. Yo fingiendo tan mal como siempre el miedo. Esperando que rezar sirva de algo y me abras la puerta.
Deseo que el ascensor me deje hasta tu cama porque no voy a saber andar por ese maldito pasillo largo, en el que me convierto en un material endeble incapaz de pisar el mismo suelo que tú. Puedes darte la vuelta y marcharte, pienso. Pero ya he escuchado tu voz y siento como se me aflojan las rodillas. La aorta vuelve a latir sangre y el veneno lo fulminaste cuando te vi sonreír.
Desacreditas cada uno de mis noes con solo rozarme y yo aun no te he dicho ni hola; como si cada centímetro de mi piel pegada a la tuya tuviera otro nombre. Te veo anochecer así;  en dos colores, sin contrastes, perfilada y tu hombro izquierdo a la intemperie. Y de fondo, todo ese ruido que hacen la verdad y el tiempo cuando se juntan para cerrar la última puerta.

sábado, 14 de abril de 2012

Manta naranja

Yo, igual que ellos, tampoco sé que hago en el sofá de tu casa tapada con una manta naranja que quisiera solo para mi y comparto con demasiados invitados. Esta vez te observo desde atrás. Oigo un mi, un re, y tu voz que intenta hacerme creer que mi presencia aquí es capaz de invocar hechos extraordinarios pero no lo consigues. No lo harías ni que fuera cierto.
Me das agua para beber mientras sonríes de pie cómo si hubieras hecho esto mil veces antes; y yo a pesar de que lo sé, querer echar el ancla en tu comedor.
Pedir por favor que tengas la capacidad de leerme la mente para que me abraces pero solo me pasas una botella con mi nombre y vas a vestirte.
Hago fuerza ciega para intentar que me digas lo que no sé si quiero escuchar. La misma palabra mía que se quedo en la puerta de tu ascensor para salvarme de esta guerra fría. Por si el juego te sale bien y encontré quién me venza por primera vez.

viernes, 13 de abril de 2012

Que vuelvas pronto

En el fondo estamos las dos. Sé que soy el azul en tus cuadros. Te echo de menos y estoy triste pero no voy a interrumpirte las vacaciones. Haré lo mismo que harías por mí; sacarme la última bala sola.
Lo único que te pido es que vuelvas pronto, cómo lo hiciste antes para decirme que el sol brilla para quién quiera verlo. Para recordarme que no hay canciones malditas ni lágrimas saladas ni abismos imposibles. Para pedirme que por favor lo intente, porque siempre, siempre, vale la pena.
Quiero volver a verte desde la oscuridad de mis sábados y que me cuentes lo que podemos hacer las noches que no hay luna y llueve. Que me traigas un saco y medio de la calma que a ti te sobra y yo busco cada vez que doblo una esquina.
Que me llames puta a la cara porque sabes de antemano que nos vamos a reír.
Aunque al final decidas que vienes para recordarme los moretones, los que no veo y no por ello dejan de existir. Los que se están borrando, los que supuran.  Para que me enseñes lo que duele y lo que ella quiere, que casi siempre acaba por coincidir. Y me confundas tanto otra vez,  que no sepa si quiero huir, echarte o que simplemente me abraces.