lunes, 4 de junio de 2012

Dos pasos en medio

La parte viva de mi te sigue buscando, como un instinto de supervivencia arrogante que apuesta las alas para salvar una pequeñez que no andará nunca por el derecho.  Hasta que te he visto cruzar la calle. Menos mal que sólo es una porque vuelves hacer ese gesto de acariciarte el pelo y tendría que distorsionar la realidad para no salir corriendo y abrazarte. Igual se trata de eso, de perder el mundo de vista por una camiseta blanca. Ha sido un segundo de vértigo en los tobillos que va a durar una semana. Y después la verdad, cuando veo que no eres tu quien esta metiendo la mano en mi bolsillo para coger unas monedas. Sólo es tu sombra la que sigue pisándome los talones y entiendo que echar leña en la mar se paga caro y quedarme quieta preguntando dónde vas de inútiles. Por eso no dejo de hacerle caso al semáforo en verde porque sé que si paro caigo. Y si no basta con esconderme detrás de la tienda de muebles y saber que te revelas sin mi, te voy a enseñar que nunca me fui tan rápido ni tan lejos. 

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