jueves, 24 de mayo de 2012

Dólar

Como puedo querer a alguien que lleva tatuado el símbolo del dólar? Tantas veces te lo he dicho "que mierdas te pasó ese día por la cabeza" 
No soporto cuando vienes una hora antes que el resto para averiguar que tren debajo de mi piel anda torcido. Cual se ha declarado en huelga indefinida ( de momento, que todo es de momento) y cual se ha vuelto Japonés. Te sientas y te veo venir... no sé si odio más tus preguntas o tus afirmaciones pero eres la única que se atreve a decirme la verdad a los ojos sin achicarse.
Te intento esquivar porque no se hicieron los viernes para la sensatez pero me enganchas dónde sabes que me hundo, dónde querías llegar tu. Conviertes el salón en algo parecido a una guerra de sin motivos pero con montones de ellos hasta resolverme lo que yo no sabia que fuera duda. No es sólo comprensión, es la firmeza, la frivolidad tan sensible, el darle vueltas a todo para ver los prismas, los matices, la candidez, la volatilidad, lo que hay; nunca lo que no existe.  
Hace esto porque cree que me lo debe, porque yo le enseñé a ir en bici sin ruedas. Yo se las quité, le aguanté el sillín corriendo detrás suyo, ahora avanzamos dos metros, ahora cinco, ahora nos flipamos y caemos las dos. Nos levantamos y ni notamos la sangre que chorrea de codos y rodillas porque hemos llegado hasta el árbol, hasta el árbol...Eso si fue llegar lejos. Dice que algo que ya nunca más se desaprende, es digno de ser devuelto, sea de la forma que sea. Y una vez más, tienes razón.

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