viernes, 6 de julio de 2012

Perfectamente incompleto

Estas cosas no las contemplan las estadísticas. Se matan hacer números, probabilidades, una entre cuarenta millones, frecuencias, y nadie determina que puede pasar lo más abstracto, que te toque la lotería dos veces, seguidas. Pero a veces pasa, que donde no querías entrar ni buscabas boletos aparece la chica de las gafas amarillas y camiseta rosa, justo ahí detrás de esa columna, entre la barra y mis amigos. Escuché tus palabras de alto voltaje "ahora nos ponen una de Elton John y se quedan conmigo" Y yo, que a veces ni fumo por no tener que pedir fuego te hubiera pedido matrimonio. Pero me hipnotizó tu mirada y no quise hablar para no estropear el momento. Te diste a porciones y me hiciste temblar sin la necesidad de llevar los vaqueros por las rodillas. Con dos miradas cómplices se fugó el miedo y las aceras dejaron de ser precipicios mientras andábamos hasta la puerta tu casa. Y quise entrar pero no pude. No me preguntes porque.

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